Yo prefiero los Reyes, quizás por que en la víspera, mi tío Tato y mi madrina Gloría venían del área metropolitana con violín en mano a dar las mejores parrandas que yo haya presenciado. Tendría como 12 años y ya tiraba pal'monte. Me encantaba la música navideña interpretada con violín, guitarras, cuatro y mandolina como lo hacían mi tío y mis primos, era un banquete musical. Además era cuando único podía amanecerme. Recuerdo que todo el barrio esperaba con ansias recibir la parranda de Reyes, no todos lo lograban pero el que no los recibía ese año seguro los esperaba el próximo. Una hermosa costumbre que extraño. No obstante, aún nos reunimos con familia y amigos a celebrar las navidades mas largas del mundo.
Me identifiqué tanto con este vídeo. Mi padre creció en un hogar de mucho amor pero de precaria situación económica como la mayoría de los jíbaros de nuestro país. Luego se convirtió en un comerciante exitoso pero las circunstancias de su niñez hicieron que tardara mucho en empezar a disfrutar su éxito. Nunca nos falto nada de primera necesidad pero para él los regalos de Navidad eran cosas frívolas que debían evitarse porque las vacas flacas podrían volver. Claro, eso lo sé yo ahora, cuando chamaco que sabe uno.
Por eso pienso que somos muchos los que en algún momento nos sentimos identificados con este vídeo. Pensar que te portaste bien todo el año y por razones obviamente ajenas a tu voluntad recibías de regalo algo que no llenaba tus expectativas, era frustrante. Bueno pues aquí hubo uno que decidió hacer algo. Recuerden es responsabilidad de los padres lo que ven sus hijos, así que precaución con este. Que lo disfruten.
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