Regresaba del fin de semana en Cabo Rojo y recordé un reportaje que había leído hacia algunas semanas en el periódico La Perla del Sur donde hablaba de este pequeño rincón patriótico. Me desvié hacia la carretera de la Corco, al final doblé a la izquierda y un poco más adelante encontré esta pequeña casita donde me sirvieron una Medalla friiiitaaaa. Era domingo 4:0pm, habían tres parejas, una dama sola y como seis caballeros todos entrados en años escuchando música de tríos. Tiene amplio estacionamiento, el lugar esta perfecto para una conversación de amigos, sin ruidos, se respira respeto y cierto grado de solemnidad.
Tiene un letrero que dice "Si quiere discutir de política, váyase pal... senado" en obvia referencia a que no se permite nada que perturbe la paz que allí se respira. Nos comentó también doña Ruth que los viernes es cuando más se llena y que se reciben muchos jóvenes deseosos de entender la historia de Don Pedro Albizu Campos. No hubo mucho tiempo para conversar pues había clientes y tenía que atenderlos, pero les dejo el reportaje del Periódico la Perla del Sur para que se motiven y conozcan más de este rincón de patriótico. Yo ya tengo una nueva parada en mis viajes al sur, voy pal Velorio.
Por Carmen Cila Rodríguez, de La Perla del Sur
Es una casita en madera de estilo criollo, con un amplio batey, pintada de blanco y verde.
Sus balcones siempre están rebosantes de gente que charla o que juega dominó tras una interminable y calurosa tarde. Quien no sepa de qué se trata pensará que algún acontecimiento o reunión familiar allí se lleva a cabo.
Pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una pequeña taberna a orillas de una transitada carretera de Peñuelas.
Su ambiente sosegado, lo mismo le atraerá a la estancia principal como a buscar una fresca sombra en su amplio estacionamiento. Porque El Velorio no es cualquier taberna. Cuando usted llega es inevitable saludar y sonreirse con su propietario Don Alexis Díaz Lugo y con otros clientes que lo reciben como a su propia familia.
Más aún, El Velorio es imán para aquellos que aman la Patria y que gustan del ambiente creado por Ruth Pacheco Rodríguez, su propietaria y esposa de Díaz Lugo.
Y es que la estancia de El Velorio posee decenas de cuadros, esculturas y documentos originales que recuerdan y exaltan la figura del insigne puertorriqueño, Don Pedro Albizu Campos.
Doña Ruth es una fiel admiradora de este hombre que luchó por la independencia de su Patria y ha creado en el lugar un pequeño museo en su honor.
“Yo me imagino que Don Pedro vive aquí, donde todos los días lo alabamos. La alabanza es una forma de admirarlo”, aseguró Ruth.
"¿Cómo comenzó con esta valiosa colección?", quiso saber La Perla del Sur."Yo tenía algunos y después que traje los míos entonces la gente empezó a regalarme. Y hay hasta obras de arte. Siempre sentí una pasión por la figura de Don Pedro porque comparto su pensamiento político", dijo señalando una escultura del ponceño.
"Cuando yo me crié era muy poco lo que sabía de Don Pedro. La figura de Don Pedro era un tabú, tenía uno mismo que aprender. Cuando la gente hablaba sobre él -incluso mis padres- lo hacían como con temor, de hecho, era por falta de conocimiento porque no sabían lo que Don Pedro representaba. Eso despertaba en mí ese interés por conocerlo", continuó esta guayanillense quien nunca llegó a conocerlo en persona .
Por eso, asegura haber leído bastante sobre él y sentirse apasionada por su vida y por su obra.
Sobre las fotos y documentos que conserva de este ilustre ponceño, Ruth asegura que para ella "todos son importantes, pero el que más me impresiona es el que tiene la figura de Don Pedro con la boca abierta. Ese es un gesto bien típico de él cuando está dando su discurso. Ese es el grito de independencia para nuestra patria, que es lo que él siempre proclamó", continuó segura de su afirmación.
"Todas las personas que llegan aquí de alguna forma u otra se sienten atraídos por la figura de él. Y me dicen que me admiran porque son pocos los que se atreven a gritar abiertamente que son independentistas o nacionalistas. En mi carácter personal no tengo por qué ocultar lo que yo siento", dijo sentada sobre una de las mesas en la entrada de su negocio.
La estancia de El Velorio posee decenas de cuadros, esculturas y documentos originales que recuerdan y exaltan la figura del insigne puertorriqueño, Don Pedro Albizu Campos.
La antigua casa permanece casi intacta a su construcción original, por lo que no sería extraño que -con tanta memorabilia añejada- algún alma insista en permanecer en ella. Sin embargo, al plantear esta posibilidad Ruth sonríe y aclara que "nunca he tenido ese tipo de experiencia".
"Pero yo me imagino que Don Pedro vive aquí, donde todos los días lo alabamos. La alabanza es una forma de admirarlo", aclaró. "Hay personas que han llegado aquí se arrodillan y se presignan ante la figura de Don Pedro, lo besan. Es un homenaje al Maestro", se apresuró a decir.
Entre las figuras de la política local que han visitado este particular negocio figuran el mayagüezano Juan Mari Bras y Doña Lolita Lebrón, "por mencionar algunos. De otros partidos también (han venido), pero no los voy a mencionar. No quiero pecar de indiscreta, pero han venido de los tres partidos principales", aseguró Ruth.
"Yo quisiera que la gente recordara su entrega total a ese pensamiento político y su sacrificio por la independencia de Puerto Rico", dijo sobre el legado de Don Pedro.
¿El Velorio?
La historia del nombre de este negocio es una "bien peculiar y muy original", a juicio de su propietaria.
"Esta casita fue residencia de los abuelos paternos de mi esposo. Después que los abuelitos mueren la vivieron muchos parientes de mi esposo. Las últimas personas que residieron en esta casita fueron los padres de Don Alexis, en lo que construían su propia vivienda.
"Cuando la deshabitaron, su mamá decidió convertirla en un negocio, pero muy pocas personas lo sabían. Un día ella le pidió a compañeros de trabajo que vinieran a celebrar la apertura del negocio. Pero muchos de los que pasaban miraban con atención -y tal vez- lo primero que pensaron es que en la casita había un velorio"", continuó Ruth quien es natural de Guayanilla.
Y los dueños no se molestaron en aclarar la situación. Desde entonces se ha llamado El Velorio y ha conservado la estructura original, excepto por un trabajo que se hizo para añadir el balcón lateral.
"Viene todo tipo de persona, adultas y jóvenes y todos se acoplan al lugar", concluyó feliz Ruth quien ha tenido que contarle la misma historia a muchos de los que llegan por primera vez.
El Velorio ubica en la carretera PR-127 de Peñuelas, muy cerca de la salida hacia Tallaboa desde la carretera PR-2.
Que brutal! A la verda q aunque pr es pequeno no sabemos casi nada de lo que hay en esta isla. Gracias por el post.
ResponderEliminar!!!EL SITIO SE VE Y SE SIENTE COMO ALGO MUY ESPECIAL!!!!!
ResponderEliminarFELICITACIONES PARA DONA RUTH!!! SE NECESITAN MAS BORICUAS COMO ESA VALIENTE RESIDENTE DE PENUELAS!!!!
Y PENSAR QUE EN LAS ESCUELAS NOS HAN NEGADO SABER LA VERDADERA HISTORIA.
Es tanta la historia que se nos han negado, que daría para fundar otro país. Algunas personas se preguntarán como lo niegan, pues tan fácil como cambiar el currículo, en vez de hablar de PR hablan de Mesopotamia o de EU. Programar un solo curso de historia como requisito a una profesión esa es otra forma de negar la historia. Gracias por tu visita y tu aportación.
ResponderEliminarNerdote
ResponderEliminarNo sabemos cuantos lugares de estos habrá en PR, pero así está chévere porque siempre encontrarás sorpresas en el camino. Gracias por la visita.