Como todos los años no faltamos a la Fiesta de Reyes de Juana Diaz. Llegamos cansados pero satisfechos de fiestar en sano compartir con una familia juanadina extraordinaria, la Familia Vázquez, los mejores anfitriones del país. No pierdan tiempo en otras fiestas, la original, la más concurrida, la mejor organizada, la más pintoresca y con mejor música, es sin duda la Fiesta de Reyes de Juana Diaz. Pero hoy no hablaré de las fiestas pues llevo un par de años reseñándolas, hoy el tema es de Chinchorreo. De regreso del sur decidimos hacer turismo interno en el pueblo de Adjuntas. Fue una excelente decisión, encontramos el pueblo lleno de vida, con un paisaje hermoso, la temperatura deliciosa y una plaza pública reluciente gracias a las trabajadoras de limpieza que hábilmente la mantienen. Si, dije trabajadoras, me sorprendió ver que eran señoras las que limpiaban la plaza y hacían una excelente labor. Pasamos por Casa Pueblo que es visita obligada y encontramos tremendo ambiente de fiesta pero también de militancia en contra del Gasoducto de la Muerte como bien se le conoce.
Pero la sorpresa del viaje fue, el restaurante Starlight el Original. Justo bajando la carretera 123 a mano derecha frente a un bosque espectacular nos encontramos este lugar que nos recomendaron en el pueblo. El menu sencillo pero exquisito. Eran las 2pm, tarde soleada y la temperatura estaría en los 70s, bien fresco. Eramos 5 adultos, todos nos apuntamos con la especialidad de la casa, carne frita con tostones y 5 Medallas bien frias. Sin terminar aún las cervezas, llegó lo que pensamos que era una equivocación. Al ver los platos inocentes citadinos pensamos que habían consolidado las ordenes en dos platos y preguntamos porque la habían traído de esa manera, a lo que la mesera nos contesto, "No se preocupen que ahora les traigo los otros tres".
Que que!!!, nos miramos todos y mi esposa dijo, "lo que pasa es que nos quieren destruyir", como diría la modelito. Llegaron los otros platos y seguimos especulando, "nos van a implosionar, seguro reventamos si nos comemos todo esto". Eramos todos risas, los lugareños nos miraban con cara de que les pasa a esta gente. La foto no le hace justicia al plato, debí tomarla un poco más de lado para que vieran la altura de la montaña de carne.
Pasada la primera impresión, comenzó el despliege táctico. ¿Vamos a ver por donde le entramos?, ¿hasta donde llegaremos? La carne frita estaba en su punto, ni monga ni tostada, con muy poca grasa, riquísima en sabor y calientita, uhmm. Los tostones, ah, los tostones! Conté 21 en mi plato, si, aha, 21 tostones. No son grandes, son como los que usted hace en su casa. Nada que ver con los tres tostones que te dan en cualquier restarante del área metro. Ah, lo olvide, la carne, 19 pedazos de carne. Creame soy de buen comer y me criaron diciéndome que sino me lo comía todo, los niños de Africa se morirían de hambre. Nada que con ese cargo de conciencia terminabas comiendo demás. Traté, pero les confiezo que no lo logré. Me sobraron 11 tostones y 8 pedazos de carne. Los números variaron por una o dos piezas entre plato y plato pero todos teníamos cerca de 20 piezas de cada una. No tomamos más cerveza no había donde echarla. Compartimos un flan de queso mi esposa, mi hija y yo. Ah, recuerdan a mi hija, la flaca que come como troquero, tampoco pudo con el atracón. Lo que sobró lo pedimos para llevar y llenamos dos empaques completos, uno de tostones y otro de carne frita, de esos de 'styrofoam' que usan los chinos. Mi esposa y mi hija repetieron dos veces el domingo y todavía quedaba. Un éxito!
En fin, que si tiene en la mira pasar cerca de Adjuntas no dejen pasar la oportunidad de comer riquísimo y en abundancia en Starlight el Original. No desayunen, hagan barriga que la van a necesitar.
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