La merecida despedida de George W. Bush

No pretendo ser un experto en política internacional pero creo que me intereso más que el promedio del puertorriqueño. Es lamentable que le demos la espalda al mundo cuando en este momento histórico la tecnología, la transportación, el Internet, entre otras han convertido al mundo en una pequeña aldea global. Aldea, donde es cada vez más evidente que cualquier suceso puede desatar la ira de un pueblo, como el caso de Grecia recientemente, puede unir a una comunidad de una pequeña isla del Caribe para desafiar a la armada mas poderosa del mundo, como sucedió en Vieques o provocar una guerra injusta como viene sucediendo hace varios años en Irak.

Saben que trato de no comentar noticias negativas pues para eso están los periódicos pero si ellos no los mencionan, como creo que deben, entonces no me queda más remedio. Resulta que de todo lo sucedido durante su mandato esta es la noticia positiva que merece ser reseñada. Existe un valiente Iraki de nombre Muntadar Al Zeidi que se atrevió durante una conferencia de prensa a lanzar sus zapatos al presidente George W. Bush. ¿Porque sus zapatos? Porque en el mundo árabe, mostrarle la suela de los zapatos a alguien es una señal extrema de falta de respeto, y lanzárselos es aún peor.

Muntadar al-Zeidi a Bush: "¡Éste es el beso del adiós para tí, perro. Te lo envían las viudas, los huérfanos y los que fueron asesinados en Iraq!", agregó el periodista.



Con buenos reflejos, Bush se agachó para evadirlos y ninguno de los zapatos alcanzó al presidente, cosa que me alegra porque entonces podría lo convertirlo en víctima. Todo el mundo sabe que la guerra en Afganistán fue en represalia por el ataque a las Torres Gemelas, pero también se sabe que la guerra de Irak se fundamento en falsas premisas fabricadas por la administración Bush con el único propósito de favorecer los intereses económicos de los EU y los de su familia, usando como pretexto el atentado de las Torres. Este individuo hizo lo que seguro querían hacer los miles de damnificados por Katrina en Nueva Orleans o los miles de personas que han perdido sus casas a causa de su política económica que ha llevado a la recesión al país mas rico del mundo. Todos ellos hubieran querido ser Muntadar al-Zeidi. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Me considero un hombre de paz, no obstante la barbarie cometida por George W. Bush en Irak me permite comprender la angustia de este pueblo, igual que comprendí la del pueblo de Vieques y marché junto a miles de puertorriqueños en ese día glorioso donde vi a mi gente unida por primera vez. Espero la vida me regale el privilegio de volverlo a ver.