martes, 5 de mayo de 2009
Don Augusto Marin, habita en sus obras
¿Como comienzo? Llevo días pensando, como comenzar. Me ofrece resistencia el deseo de plasmar un escrito donde no solo les muestre quien es, sino que también le haga justicia a su obra. No soy crítico de arte, solo un admirador que disfruta el proceso creativo. Augusto Marin, es en el arte puertorriqueño a mi juicio, uno de los más grandes pintores que posee la nación puertorriqueña, con el derecho a codearse con Campeche, Oller, Tufiño, Rodon, Baez, Martorell, Tavales, entre otros. Tengo especial admiración por su trabajo dado a que dedicó gran parte de su obra a los problemas sociales que aquejaban al Puerto Rico de su época. Plasmó en lienzo sus visiones políticas con tal maestría que aún hoy continúan vigentes.
A sus tres años comenzaron las circunstancias a moldear el carácter del pintor. Su familia se muda a Nueva York donde lamentablemente fallece su madre Virginia Martinez, por complicaciones con el parto de la que seria su hermana. Su padre Augusto Marin Reyes decide regresar a PR para enterrar a su esposa en Villa Palmeras. Era febrero y había carnaval en Villa Palmeras. Por cosas del destino se cruza la comitiva fúnebre con el carnaval llenándose de confeti el féretro de doña Virginia. La familia lo vio como una buena despedida para la difunta, no obstante estos capítulos iban marcando lo que seria posteriormente el trabajo del artista. Las responsabilidades de su padre los obligan a trasladarse por corto tiempo a Humacao, lugar donde viviría una de las experiencias que marcaría su vida para siempre. En 1928 sobrevive la familia el azote del huracán San Felipe encerrados todos en el pequeño baño de la residencia de madera.
De igual forma vive los cambios políticos de la época donde el gobierno insular dirigido por los EU aplicaba las leyes de despatriamiento impuestas a la colonia. La agricultura cambió a monocultivos, solo se sembraba caña, café y tabaco. Estos cambios en los cultivos promovidos por los hacendados norteamericanos que habían adquirido la gran mayoría de las tierras cultivables provocó hambre en la población y hacinamiento en los recién creados arrabales donde iban a parar los agricultores desplazados en búsqueda de trabajo. Todos estos procesos convertían al joven artista puertorriqueño en un rebelde con causa. Esa causa lo llevo a plasmar en su manifestaciones artísticas durante las décadas del 50 al 70 el dolor de su pueblo empobrecido y su resistencia contra los intentos de asimilación por parte de los EU.
Marin comenzó sus estudios de arte en PR de la mano del maestro y artista español Alejandro Sanchez Felipe quien le enseño la importancia dibujo en el arte. Luego estudia en la Liga de Arte Estudiantil en Nueva York. Continuó sus estudios en el Instituto de Arte Otis, en Los Angeles, donde se especializó en diseño de mural. Luego estudió vitrales policromados con el gran maestro Arnaldo Maas, en San Juan, perfeccionando más adelante su técnica de vitral en el Taller de Henri Mesterom, en Maastrich, Holanda. Completó sus estudios en el 1983 al finalizar el curso de litografía en piedra de la Escuela Graduada de Bellas Artes de la Universidad de Notre Dame, en Indiana.
Volviendo atrás en el 1957 regresa a PR, a dirigir el departamento de arte de la empresa Publicitaria Badillo. Ya de vuelta a su hogar se integra al grupo de artistas e intelectuales que estaban aportando su arte a la cultura puertorriqueña. En 1958 participa de la Primera Bienal de Ciudad Mejico, donde se relaciona con el maestro muralista José Clemente Orozco, hecho que marco su estilo por muchos años. Evidencia de esto son las obras “Los Revolucionarios”( 1959), “La agricultura”(1960), “El Grito de Lares”(1961) o “La Moneda Blanca”(1963). Debo aclarar que es mi época favorita de Marin, aunque en general me encanta toda su obra. Su trabajo es magistral. Obras como “Siempre la limosna”(1963), “La locura del Quijote”(1969),“Estampas Taurinas”(1968/2000, “El Amor llegó a caballo”(1975), “Averrudo”(1983), sus murales en mosaicos “Neptuno”(1972), el “Mural de Laguna Gardens”(1970) ambos en Isla Verde, el edificio de la compañía Searle, en Caguas, el mural del Colegio de Abogados, en Miramar, sus grabados y esculturas son solo algunas por las que siento especial atracción.
Sus trabajos se han presentado en más de 50 exposiciones en Puerto Rico, México, Alemania, Mónaco y Estados Unidos, y han recibido premios nacionales e internacionales. La mayoría de su trabajo se encuentra en colecciones privadas. Hace varios años se celebró la retrospectiva de su trabajo en el Museo de Arte de Puerto Rico en Santurce y tuve la oportunidad de ver obras que de otra manera hubiera sido casi imposible, pues muchas de ellas se encuentran en colecciones privadas en Europa, Mejixo, y EU. Puedes ver obras de Don Augusto en: el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de San Juan, el Museo de Arte de Ponce, el Museo de Arte de Puerto Rico, el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, el Museo de la Universidad de Puerto Rico, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Ateneo Puertorriqueño y la Colección Internacional de Arte Robert Kemm, en Beverly Hills, California. Anímate y descubre el trabajo de este conquistador puertorriqueño cuyo trabajo transita por el mundo dando gloria al arte y a la cultura puertorriqueña.
http://www.augustomarin.com/pagina2.html#
Como nota discordante quiero expresar mi indignación con los propietarios del edificio Laguna Gardens, en Carolina. Es una falta de respeto al artista y al pueblo puertorriqueño, el haber colocado un anuncio sobre el mural de mosaicos de Don Augusto. El hecho demuestra desconocimiento de la cultura puertorriqueña, ignorancia de la estética arquitectónica, inopia de buen gusto y otras cosas que no quiero mencionar. Por mi parte no pienso patrocinar ninguno de los comercios que ahí se encuentren, mucho menos los anunciados.
A sus tres años comenzaron las circunstancias a moldear el carácter del pintor. Su familia se muda a Nueva York donde lamentablemente fallece su madre Virginia Martinez, por complicaciones con el parto de la que seria su hermana. Su padre Augusto Marin Reyes decide regresar a PR para enterrar a su esposa en Villa Palmeras. Era febrero y había carnaval en Villa Palmeras. Por cosas del destino se cruza la comitiva fúnebre con el carnaval llenándose de confeti el féretro de doña Virginia. La familia lo vio como una buena despedida para la difunta, no obstante estos capítulos iban marcando lo que seria posteriormente el trabajo del artista. Las responsabilidades de su padre los obligan a trasladarse por corto tiempo a Humacao, lugar donde viviría una de las experiencias que marcaría su vida para siempre. En 1928 sobrevive la familia el azote del huracán San Felipe encerrados todos en el pequeño baño de la residencia de madera.
De igual forma vive los cambios políticos de la época donde el gobierno insular dirigido por los EU aplicaba las leyes de despatriamiento impuestas a la colonia. La agricultura cambió a monocultivos, solo se sembraba caña, café y tabaco. Estos cambios en los cultivos promovidos por los hacendados norteamericanos que habían adquirido la gran mayoría de las tierras cultivables provocó hambre en la población y hacinamiento en los recién creados arrabales donde iban a parar los agricultores desplazados en búsqueda de trabajo. Todos estos procesos convertían al joven artista puertorriqueño en un rebelde con causa. Esa causa lo llevo a plasmar en su manifestaciones artísticas durante las décadas del 50 al 70 el dolor de su pueblo empobrecido y su resistencia contra los intentos de asimilación por parte de los EU.
Marin comenzó sus estudios de arte en PR de la mano del maestro y artista español Alejandro Sanchez Felipe quien le enseño la importancia dibujo en el arte. Luego estudia en la Liga de Arte Estudiantil en Nueva York. Continuó sus estudios en el Instituto de Arte Otis, en Los Angeles, donde se especializó en diseño de mural. Luego estudió vitrales policromados con el gran maestro Arnaldo Maas, en San Juan, perfeccionando más adelante su técnica de vitral en el Taller de Henri Mesterom, en Maastrich, Holanda. Completó sus estudios en el 1983 al finalizar el curso de litografía en piedra de la Escuela Graduada de Bellas Artes de la Universidad de Notre Dame, en Indiana.
Volviendo atrás en el 1957 regresa a PR, a dirigir el departamento de arte de la empresa Publicitaria Badillo. Ya de vuelta a su hogar se integra al grupo de artistas e intelectuales que estaban aportando su arte a la cultura puertorriqueña. En 1958 participa de la Primera Bienal de Ciudad Mejico, donde se relaciona con el maestro muralista José Clemente Orozco, hecho que marco su estilo por muchos años. Evidencia de esto son las obras “Los Revolucionarios”( 1959), “La agricultura”(1960), “El Grito de Lares”(1961) o “La Moneda Blanca”(1963). Debo aclarar que es mi época favorita de Marin, aunque en general me encanta toda su obra. Su trabajo es magistral. Obras como “Siempre la limosna”(1963), “La locura del Quijote”(1969),“Estampas Taurinas”(1968/2000, “El Amor llegó a caballo”(1975), “Averrudo”(1983), sus murales en mosaicos “Neptuno”(1972), el “Mural de Laguna Gardens”(1970) ambos en Isla Verde, el edificio de la compañía Searle, en Caguas, el mural del Colegio de Abogados, en Miramar, sus grabados y esculturas son solo algunas por las que siento especial atracción.
Sus trabajos se han presentado en más de 50 exposiciones en Puerto Rico, México, Alemania, Mónaco y Estados Unidos, y han recibido premios nacionales e internacionales. La mayoría de su trabajo se encuentra en colecciones privadas. Hace varios años se celebró la retrospectiva de su trabajo en el Museo de Arte de Puerto Rico en Santurce y tuve la oportunidad de ver obras que de otra manera hubiera sido casi imposible, pues muchas de ellas se encuentran en colecciones privadas en Europa, Mejixo, y EU. Puedes ver obras de Don Augusto en: el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de San Juan, el Museo de Arte de Ponce, el Museo de Arte de Puerto Rico, el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, el Museo de la Universidad de Puerto Rico, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Ateneo Puertorriqueño y la Colección Internacional de Arte Robert Kemm, en Beverly Hills, California. Anímate y descubre el trabajo de este conquistador puertorriqueño cuyo trabajo transita por el mundo dando gloria al arte y a la cultura puertorriqueña.
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Como nota discordante quiero expresar mi indignación con los propietarios del edificio Laguna Gardens, en Carolina. Es una falta de respeto al artista y al pueblo puertorriqueño, el haber colocado un anuncio sobre el mural de mosaicos de Don Augusto. El hecho demuestra desconocimiento de la cultura puertorriqueña, ignorancia de la estética arquitectónica, inopia de buen gusto y otras cosas que no quiero mencionar. Por mi parte no pienso patrocinar ninguno de los comercios que ahí se encuentren, mucho menos los anunciados.
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depuertoricopalmundo@gmail.com
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9 comentarios:
Excelente publicación. Soy la hija de Don Augusto y el con humildad le agradece los halagos.
En otra nota:
El mural de Laguna Gardens necesita reparación y el artista autorizó a que se tapara por una cantidad mensual para comenzar a levantar fondos. Tan pronto se tenga el dinero se reparara y no se volvera a tapar.Gracias por defender y velar por los murales de los grandes maestros.
La grandeza del Maestro Don Augusto es demasiado inmensa.Espero que pronto el gobierno de PR se de cuenta de esto y le rinda un homenaje. Merecido estara.
Te felicito Hermano (orgulloso de serlo). Gracias por la informacion, muy acertados tus comentarios.
Gracias por tu visita y por la aclaración. Estaba botando sapos y culebras, eso me devuelve la calma. Absueltos quedan por ahora.
Recuerdo a Don Augusto Marin, en mahones sandalias con un caminar libre recorrer los pasillos del Colegio Regional de Carolina.
Gracias por esta nota.
Hola, soy John Rivera, le felicito por tan buen trabajo. Coincido con usted en la grandeza y la profundidad de la obra del Maestro Marin. Soy coleccionista pero sobre todo puertorriqueno y me siento muy orgulloso cuando veo personalmente o leo sobre la obra de este gran Maestro de Maestros. Su obra es un valuarte de nuestra cultura. Augusto es nuestro Picasso...
Hola Don Tuto Marín, estaba viendo una foto que tenemos en la galería de André en Santurce, Puerto Rico 1982 y recordé sus pinturas como también las veladas artísticas. Un gran saludo del acuarelista boliviano, Jorge Mendoza
jormen@sbcglobal.net
Que hay de cierto en que piensan demoler el shopping completo de Laguna que pasara con el mural?
Desconozco sobre la demolición, pero me mantendré al pendiente, gracias por la info.
Que bueno que sin querer me topo con este escrito, en la universidad para 2011, hice un trabajo defendiendo el trabajo de los pintores de Puerto Rico, incluyendo a Marín. Hace aproximadamente 30 años y a petición de mi hijo que contaba como con 8 años de edad entramos a explorar unas viviendas abandonadas, eran tres casas en un terreno,siendo la última la más bonita y grande, encontré libros, escremento humano y tres serigrafías de Marín, desde entonces las muestro con orgullo. Son el Cristo, el nido y una pareja entrelazadas formando un cemi. Debí buscar a quien las creo pero las guarde y después con el tiempo las enmarque y están el mi sala. Gracias y lamento la perdida de este gran artesano.
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