domingo, 18 de octubre de 2009
Julio Bird, en la cima del mundo
Entiendan bien esto, estoy seguro que no existe meta u obstáculo que un boricua no pueda vencer. Y como faltaban algunas cosillas por hacer el cardiólogo puertorriqueño Julio Bird, se preparó escalando un par de montañitas antes de emprender una hazaña realizada por muy pocos hombres en la tierra, conquistar el Monte Everest.
Julio, que también es piloto, ingeniero y fue finalista del programa de astronautas de la NASA, basó su programa de entrenamiento en largas caminatas en el frío pelú de Wisconsin y levantando pesas para desarrollar la fuerza que lo prepararía para enfrentar el frío aún más pelú de la montaña más alta del mundo. Hazaña que logró en mayo del 2002. Fue algo sencillito, fueron seis semanas de un audaz ascenso a 29,029 pies hasta el pico más alto del planeta donde plantó la monoestrellada. Oiga, lo de sencillito fue relajando, como dice el jibaro "esto no es cáscara de coco". El Everest ha cobrado la vida de cientos de personas.
"El momento más excitante del viaje es cuando estás a una hora de la cima," explicó el alpinista al añadir que su equipo permaneció al tope del Everest durante una media hora a una temperatura de 45 grados. Bird también destacó que el descenso fue más riesgoso que el ascenso. "Cuando subes tienes mucha energía y entusiasmo, y cuando estás listo para bajar, estás exhausto," dijo el alpinista, quien añadió que la mayor parte de las muertes ocurren por esta razón en el descenso.
Bird, reside actualmente en LaCrosse, Wisconsin, donde practica la cardiología en el Gundersen Lutheran Hospital. Junto a su esposa Maribel Vecchini, y mirando hacia el futuro Bird describió el extraordinario momento cuando colocó la bandera puertorriqueña en el pico de la montaña como uno donde se sintió "sumamente orgulloso".
Yo no se ustedes, pero yo de ver las fotos ya tengo un frío condenao.
Julio, que también es piloto, ingeniero y fue finalista del programa de astronautas de la NASA, basó su programa de entrenamiento en largas caminatas en el frío pelú de Wisconsin y levantando pesas para desarrollar la fuerza que lo prepararía para enfrentar el frío aún más pelú de la montaña más alta del mundo. Hazaña que logró en mayo del 2002. Fue algo sencillito, fueron seis semanas de un audaz ascenso a 29,029 pies hasta el pico más alto del planeta donde plantó la monoestrellada. Oiga, lo de sencillito fue relajando, como dice el jibaro "esto no es cáscara de coco". El Everest ha cobrado la vida de cientos de personas.
"El momento más excitante del viaje es cuando estás a una hora de la cima," explicó el alpinista al añadir que su equipo permaneció al tope del Everest durante una media hora a una temperatura de 45 grados. Bird también destacó que el descenso fue más riesgoso que el ascenso. "Cuando subes tienes mucha energía y entusiasmo, y cuando estás listo para bajar, estás exhausto," dijo el alpinista, quien añadió que la mayor parte de las muertes ocurren por esta razón en el descenso.
Bird, reside actualmente en LaCrosse, Wisconsin, donde practica la cardiología en el Gundersen Lutheran Hospital. Junto a su esposa Maribel Vecchini, y mirando hacia el futuro Bird describió el extraordinario momento cuando colocó la bandera puertorriqueña en el pico de la montaña como uno donde se sintió "sumamente orgulloso".
Yo no se ustedes, pero yo de ver las fotos ya tengo un frío condenao.
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Apture
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depuertoricopalmundo@gmail.com
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4 comentarios:
Verdaderamente que los boricuas estamos dondequiera y en todas.
Felicidades a Julio nuevamente subió el ala Norte del Everest. Honor a quien honor merece.
Que orgullo!! 🇵🇷
Tremendo orgullo , gracias por representarnos
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