¡Yo también tengo un sueño, que hoy parece convertirse en realidad!
Soñé un Puerto Rico mejor. Soñé que mi nación, reconstruía su espíritu sobre las bases de nuestra identidad genuina y poderosa.
Soñé que las personas caminaban alegremente por las plazas de los pueblos sin preocupaciones, los niños jugaban en los patios libremente, donde todos tenían trabajo y nadie aceptaba el mantengo porque todos querían sentirse orgullosos de ser capaces y productivos.
Soñé con un Cuerpo Policíaco que fuera el encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, defendiendo los derechos humanos y trabajando mano a mano con las organizaciones de base comunitaria educando a la comunidad. Soñé que en mi país no existía la brutalidad policíaca porque los gobernantes no instaban a ello.
Soñé un Puerto Rico unido, sin la rémora politiquera que destruye la conciencia puertorriqueña y divide en tribus su corazón.
Es un gran sueño, hermoso y esperanzador como aquel del el 28 de agosto de 1963. Hacerlo realidad requiere un extraordinario compromiso con la justicia. Basado en este compromiso social de justicia para todos, puertorriqueños cansados del deterioro y las mentiras de la clase política del país, fundaron hace un año el Instituto Soberanista. Recorrieron campos y ciudades educando el pueblo, mostrandoles ventajas y desventajas de la Soberanía evidenciando como un Puerto Rico mejor era posible.
De este grupo de puertorriqueños, nació hoy domingo la decisión de crear un nuevo movimiento político para las próximas elecciones de 2012. Será “un frente amplio de todos y todas los puertorriqueños y puertorriqueñas con un fin común y una propuesta económica, social y soberanista para resolver nuestra problemática actual y la de las futuras generaciones, una organización a base de puntos de coincidencia y no en un partido político donde se delibere y se trace la línea política a seguir".
Recibo con gran entusiasmo la oportunidad y la responsabilidad de hacer mi parte, de construir mi sueño. Continuaré trabajando con la seguridad de que el sufrimiento y desesperación que hoy vivimos no es merecida, que la a situación puede y será cambiada.
Hoy veo mi sueño abrirse a un mundo de oportunidades. ¿No es acaso este tu sueño?
