viernes, 10 de septiembre de 2010
Juan Mari Brás, el último prócer del siglo 20
El viernes 10 de septiembre la familia de Don Juan Mari Brás anunciaba con profundo dolor que Don Juan, había fallecido, tras enfrentar complicaciones de salud en los últimos meses. El comunicado de prensa familiar decía entre otras cosas lo siguiente:
“En este día, sabemos que nuestro dolor es compartido”, “Somos muchos los hijos e hijas, los hermanos y hermanas, los nietos y nietas de Papá. En cada organización que lucha y en el corazón palpitante de cada patriota puertorriqueño hay un hijo e hija de Don Juan. Él ha partido físicamente, mas su obra, su historia de lucha plena y su espíritu, siempre acompañarán los pasos de nuestra patria”, expresó su familia.
Como la gran mayoría de los puertorriqueños recibí la noticia con gran pena, no todos los días se muda de plano un ser humano tan honrado, tan digno, tan necesario. Apesar de que conocí hace muchos años a Don Juan, mi contacto con su vida es muy reciente. Hace tres años encontré una frase de Don Juan que marco mi vida en mi entrada a los cincuentas. La frase, que desde ese día hice mía, dice lo siguiente:
"no existe el derecho a la ignorancia, es deber de todos los puertorriqueños ser los futuros próceres de nuestra gran nación".
Uff, que fuerte mano, vuelva a mirarla. Recuerdo que al leerla me sentí inconsciente, ignorante e inútil. Comprendí que durante el transcurso de mi adultez había hecho poco por cultivar mi intelecto y mucho menos había hecho algo por mi país. Como la mayoría pensaba que con los grados universitarios era suficiente para creer que sabía suficiente para entender el mundo y que con solo votar estaba siendo útil a mi país. Esta frase cambió mi vida, tres años más tarde y muchos libros de por medio, aún me siento un ignorante, pero ya no me siento inútil. Ahora camino por la ruta del último prócer del milenio, ahora siento el corazón palpitante de un patriota puertorriqueño latir en mi pecho, hoy me siento un hijo de Don Juan.
Hasta siempre, Don Juan Mari Brás.
Contactos: Lcdo. Florencio Merced Rosa: (787) 607-7424 Rosa Mari Pesquera: (787) 692-6263
Más información aquí:
http://www.primerahora.com/XStatic/primerahora/template/content.aspx?se=noticias&su=otras&id=419204&te=nota
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5gMq3LqacugwBJyrwWd_t-2uu6aHw
http://www.impre.com/laraza/noticias/america-latina/2010/9/10/el-domingo-entierran-a-mari-br-209939-1.html#commentsBlock
“En este día, sabemos que nuestro dolor es compartido”, “Somos muchos los hijos e hijas, los hermanos y hermanas, los nietos y nietas de Papá. En cada organización que lucha y en el corazón palpitante de cada patriota puertorriqueño hay un hijo e hija de Don Juan. Él ha partido físicamente, mas su obra, su historia de lucha plena y su espíritu, siempre acompañarán los pasos de nuestra patria”, expresó su familia.
Como la gran mayoría de los puertorriqueños recibí la noticia con gran pena, no todos los días se muda de plano un ser humano tan honrado, tan digno, tan necesario. Apesar de que conocí hace muchos años a Don Juan, mi contacto con su vida es muy reciente. Hace tres años encontré una frase de Don Juan que marco mi vida en mi entrada a los cincuentas. La frase, que desde ese día hice mía, dice lo siguiente:
"no existe el derecho a la ignorancia, es deber de todos los puertorriqueños ser los futuros próceres de nuestra gran nación".
Uff, que fuerte mano, vuelva a mirarla. Recuerdo que al leerla me sentí inconsciente, ignorante e inútil. Comprendí que durante el transcurso de mi adultez había hecho poco por cultivar mi intelecto y mucho menos había hecho algo por mi país. Como la mayoría pensaba que con los grados universitarios era suficiente para creer que sabía suficiente para entender el mundo y que con solo votar estaba siendo útil a mi país. Esta frase cambió mi vida, tres años más tarde y muchos libros de por medio, aún me siento un ignorante, pero ya no me siento inútil. Ahora camino por la ruta del último prócer del milenio, ahora siento el corazón palpitante de un patriota puertorriqueño latir en mi pecho, hoy me siento un hijo de Don Juan.
Hasta siempre, Don Juan Mari Brás.
Contactos: Lcdo. Florencio Merced Rosa: (787) 607-7424 Rosa Mari Pesquera: (787) 692-6263
Más información aquí:
http://www.primerahora.com/XStatic/primerahora/template/content.aspx?se=noticias&su=otras&id=419204&te=nota
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