Cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas probabilidades de que se cumpla. A este fenómeno en Psicología Social se le llama: “realización automática de las predicciones”; también se le conoce como “El Efecto Pigmalión, o la profecía que se cumple a sí misma”.
Existen muchos estudios de pedagogos y psicólogos que confirman este hecho, entre ellos el de Rosenthal. Éste dio a los profesores de una escuela una relación de alumnos y les dijo que tenían una capacidad superior, sin embargo, todos habían sido elegidos al azar. Este grupo realizó más avance intelectual que el resto. Entiéndase que el profesorado esperaba mejores resultados y perseveraron hasta que los tuvieron, con lo que la profecía estaba cumplida.
“El Efecto Pigmalión” requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución.
El efecto puede ser negativo o positivo dependiendo del estado de animo de la persona que concibe la profecía. Negativo, como le sucedió al pueblo de la historia de Gabriel García Márquez del que hablamos el viernes pasado. Recientemente se puso de moda el libro "El Secreto", este propone entre otras cosas que uses el poder de la atracción para conseguir tus sueños. Algo muy parecido al efecto del que hablamos visto desde una perspectiva positiva. Creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución es prácticamente lo mismo que promueve El Secreto, solo que tienes que añadirle la actitud positiva. Está harto probado en las aulas, en las corporaciones, en los deportes, etc. Esto funciona, aprende, estudia los efectos, visualiza tu alegría, únete al grupo que ya está cumpliendo sus deseos y viviendo su felicidad.
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