NO seas fanático.

Dile No al fanatismo, mantener el balance es lo primordial. Este es mi primer mandamiento. Sin importar cuan buena pienses que es la causa, tan pronto te conviertes en fanático, esta se vuelve negativa. No seas fanático de nada. Ama, quiere y apoya lo que desees pero no te vuelvas fanático. El fanatismo ciega. Este está ligado al sentimiento egoísta de poseer o ser parte de algo, al apego a un resultado que al final te convierte en su esclavo.

Les daré unos ejemplos; cuantas personas has visto que son fanáticas ayudando al prójimo y en su afán descuidan su propia familia, o que me dices del padre o madre que lleva sus hijos a competir en algún deporte y luego los vez maltratando o humillando al el niño o sus amiguitos porque no juegan bien. Y los que se enamoran de un político y pierden su esposo o esposa por andar detrás de ese vividor. Aquellos que han trabajado 16 horas diarias por años y no conocen a sus hijos, ni a sus amigos. O los que deciden apoyar algún equipo, van a los juegos y en el calor del juego insultan o agreden a los contrarios. Mas drástico aun, cuantos crímenes cometió la iglesia católica en el medievo inquisidor contra inocentes por culpa de algún fanático. Puedo llenar la página de ejemplos pero creo que esa muestra les da una idea de a que me refiero.

No importa cuan buena sea la acción, si te fanatizas por ella perderás tu balance y estarás afectando a otros seres que te aman y te necesitan. Nada que hagas por el bien de los demás debe afectar tu vida de forma negativa porque a la larga estarás desvistiendo un santo para vestir otro y un santo esnú, no se ve bien. Protégete a ti y a tu familia directa y luego busca el bien para los demás. En ese balance encontrarás la paz necesaria para vivir en armonía y felicidad con tu propio ser, con tu familia, tu comunidad y tu país. Y como las fotos hablan mas que mil palabras observen las que les muestro aquí y díganme con cual de ellas se sienten mejor.